Lo Único que tenemos en común todas las personas que estamos sobre la tierra, es que todos tenemos una vida que experimentar, con unos aprendizajes que adquirir......y de ahí.....todas y cada una de las vidas son diferentes y únicas.
Pero de esto ya somos tod@s más que conscientes.......
Ahora viene la parte interesante del artículo.....y es....¿eres consciente desde dónde vives tu vida?
Estar presente es necesariamente, vivir la vida desde estar encajad@s en el cuerpo....y dejar que la vida pase por nosotr@s, nos atraviesen, a nivel emocional, las experiencias.....esa es la peculiaridad de sentirse vivo....
Pero muchas veces confundimos esta experiencia terrestre con lo que somos, y nos mimetizamos tanto en el Ego, en el Yo encarnado.....que nos olvidamos que nuestra conciencia está por encima de todo eso.
Es cierto, que muchas veces estar en el cuerpo o estar presente cuesta, y cuesta mucho, porque tendemos a disociarnos, es decir, estar con el pensamiento en cualquier cosa o en cualquier sitio menos donde está nuestro cuerpo físico.
Pero a esta forma de salirnos del cuerpo, deberíamos darle un uso más práctico, que no es otro que ser muchas veces los observadores de nuestra propia vida.
Cuando suceden contratiempos o experiencias que valoramos de malas o desagradables, optamos por permanecer en el cuerpo, en el dolor y el sufrimiento, cuando podríamos elevar nuestro pensamiento e intentar observar la situación,como si no se tratase directamente de nuestra vida, sino de la secuencia de una película, algo que realmente no tiene relevancia..... de esta forma, podemos ser capaces de ver la situación desde una perspectiva mayor, sin estar mezclad@s en las emociones y en la confusión mental.
Cuando el pensamiento está libre de cargas emocionales densas, eso que solemos llamar, estar despejad@s, ahí somos capaces de discernir e identificar las situaciones de forma objetiva, promediar los pros y los contras e incluso buscar las mejores resoluciones, si la situación así lo requiere.
Utilicemos esa gran capacidad de disociarnos, o salirnos mentalmente del cuerpo, para observarnos de forma más elevada, y ver como reaccionamos ante la vida, como nos tomamos las cosas que nos pasan, pero desde esa forma objetiva y divorciada, donde no nos dejamos llevar por emocionalismos y somos capaces de ser sincer@s, autentic@s ,en la realidad de nuestro día a día.
Sentirán como se liberan de cargas emocionales inútiles y de esa saturación mental, podrán observar la verdadera finalidad de los mensajes o información que nos llegan, a través de las experiencias o de las personas que vamos encontrando en nuestro camino, del por qué y del para qué de su existencia.
Les invito a que se conozcan internamente, mediante la inmersión en sus propias emociones y a través de la observación externa y objetiva de lo que les rodea, ya que lo que tenemos en nuestra vida..........también habla de nosot@s.
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